El Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán, conocido como el Partido Nazi, fue el partido político llevado al poder por Adolf Hitler en 1933. El término «nazi» es una forma abreviada de la palabra alemana nacionalsocialismo.
Orígenes
En enero de 1919, el mecánico Anton Drexler fundaba en Múnich el Partido Alemán de los Trabajadores, uno de los varios movimientos de extrema derecha presentes en la Baviera de la posguerra. En 1920 pasaba a denominarse Partido Nacional Socialista Alemán de los Trabajadores, y pretendía mezclando antiliberalismo, pangermanismo y antisemitismo, ganarse al proletariado para la causa nacionalista. Hitler se adhirió al partido y pronto destacó como orador. En 1921 era el máximo dirigente, y su oratoria se consideraba el principal motivo del crecimiento del partido, que en 1923 tenía 50.000 afiliados.
El partido fue la única fuerza política legal en la Alemania Nazi desde la caída de la República de Weimar hasta el fin de la Segunda Guerra Mundial, cuando declaró ilegal y también como una organización criminal, y sus líderes arrestados y culpados de crímenes de guerra, contra la humanidad y contra la paz en los Juicios de Nuremberg entre noviembre de 1945 y octubre de 1946.
Para investigar, el Servicio de Inteligencia del Ejército alemán envió al joven cabo Adolf Hitler a monitorear las actividades de un partido denominado Partido Obrero Alemán, fundado en 1919 por Anton Drexler, como uno de los movimientos etnicistas que existían en Alemania como resultado de su derrota en la Primera Guerra Mundial.
Financiación exterior
El Banco Harriman fue la conexión principal de Wall Street con compañías nazis y con los variados intereses de Fritz Thyssen en Estados Unidos, quien fue uno de los principales financieros tempranos del Partido Nazi hasta 1938. Todas las transacciones fueron completamente aprobadas por el departamento del Tesoro de Estados Unidos, el cual insistió en que estadounidenses manejaran los intereses alemanes (nazis) en Estados Unidos. Una vez declarada la guerra en 1941, el Presidente Roosevelt firmó la Ley de Comercio con el enemigo. El 20 de octubre de 1942, el Gobierno estadounidense ordenó la incautación de todos los activos nazis en el país. Prescott Bush, padre y abuelo de los ex presidentes George H. W. Bush y George W. Bush respectivamente, así como su suegro Samuel Walker, fue condenado en virtud de esa ley.
Organización del partido
La máxima autoridad del Partido era sin duda el mismo Führer Adolf Hitler, a quien no se discutía ninguna de sus decisiones.
Debajo de Hitler, se encontraban el grupo de los Reichsleiter o 'Líderes del Reich', nombrados por el Führer y compuesto por los Ministros titulares y sin cartera, además de algunos líderes propios del Partido con Jurisdicción Nacional, conformando el Reichsleitung. Un ejemplo de esto es el caso Martin Bormann quien fuera primero Asistente de la Secretaría del Partido y posteriormente Secretario de la Cancillería fue Reichsleiter. Este Cuerpo de Líderes incluía departamentos de organización, personal, finanzas, propaganda y jurisdicción. El Reichsleitung también incluía secciones de Política Exterior, Departamento del Partido para la Censura de Prensa, Archivos del Partido, Política Colonial, la fracción parlamentaria del Reichstag y el Departamento de Representantes del Führer para el control de la Educación Política e Ideológica del Partido.
El fin
Con la invasión de las fuerzas aliadas a Europa, todo el territorio del Reich nazi quedó bajo dominio de los vencedores de la Segunda Guerra Mundial. En la «Proclama Nº 1» al pueblo alemán de mayo de 1945, el General Dwight D. Eisenhower, Comandante en jefe de las Fuerzas Expedicionarias Aliadas, prohibió sobre el territorio alemán ocupado la existencia del Partido Nazi, su Cuerpo de Líderes, la Policía Secreta del Estado o GESTAPO, las SS, el Tribunal Popular y demás tribunales alemanes que hayan funcionado durante el Tercer Reich. Asimismo señala la proclama que se abriría juicio a los miembros de estas organizaciones que hayan sido responsables de crímenes de lesa humanidad.
Durante los juicios de Núremberg, el Tribunal declaró como una organización criminal al Partido Nazi y su Cuerpo de Líderes, declarándolo prohibido en todo el territorio alemán y sancionando la difusión de las ideas nacionalsocialistas y de sus símbolos